AMLO: Cero austeridad para vigilancia y recaudación aduanal

La estructura operativa de las 49 aduanas del país quedará excluida del Plan de Austeridad promovido por el gobierno federal, aseguró a Crónica el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La austeridad se aplicará en lo que no es operativo, no tendrá que ver con el funcionamiento del gobierno, en lo que pueda significar que haya más vigilancia o más recaudación, más ingresos”.

Este diario consultó al mandatario sobre el estado de corrupción de la red aduanera, ventilado aquí en los últimos días, como el abandono del trabajo de inteligencia y de un centro de monitoreo de más de 9 mil millones de pesos, además del tráfico indiscriminado de armas, droga, personas, dinero y mercancías ilícitas…

“Una de las fuentes de corrupción principal en el gobierno eran las aduanas. Por eso decidimos, ahí, nombrar a un abogado (Ricardo Peralta), quien primero estaba propuesto para ser fiscal anticorrupción. Se le invitó para que terminara con la corrupción en aduanas”.

Según AMLO, en los gobiernos pasados se privilegió a la élite burocrática, y hubo descuidos en la parte operativa: “Por ejemplo, lo que tenía que ver con directores generales; crearon plazas nuevas de directores adjuntos, llenaban el grupo, y también de asesores. Nosotros no podemos tener más de tres asesores por secretaría”.

Y, “cuando hacían ajustes, (la parte operativa) era la que sacrificaban”.

Peralta develó a Crónica el desmantelamiento del Centro Electrónico de Procesamiento de Datos, encargado de monitorear las aduanas, diseñado para 600 plazas con el propósito de realizar labores de inteligencia y detección de usuarios peligrosos, el cual sólo operaba con 25 elementos. Además de la falta de personal de inspección en semáforos aduaneros, lo cual ha sido aprovechado por transportistas o empresas para el tránsito de productos ilícitos.

—El Administrador General de Aduanas hablaba de la necesidad de contratar 2 mil personas para potencializar la institución y mejorar los ingresos al gobierno (por cobro de IVA a importaciones y otros derechos de comercio exterior) —se le comentó a López Obrador.

—Eso es indispensable, hay que fortalecerlo, lo que es necesario será apoyado. Ahí, aun con austeridad, no van a faltar los apoyos, los recursos.

Sobre el saneamiento aduanero, dijo tener señales positivas, derivadas del crecimiento de las exportaciones y los montos de recaudación:

“En el tiempo que llevamos, hemos recaudado más en todo lo que tiene que ver con la venta al exterior; ha aumentado la recaudación en general, pero creció mucho el mercado exterior. Vamos bien”.

Sin tocar áreas operativas de Aduanas ni de ninguna otra institución relacionada con ingresos al Estado, la austeridad se enfocará en eliminar plazas directivas, con sueldos desmesurados; a erradicar la contratación de proyectos o estudios en beneficio de asociaciones civiles o de despachos particulares:

“Aparte de tener un aparato burocrático oneroso, ni siquiera se hacían los trabajos en el gobierno, se contrataban. Había, por ejemplo, un Instituto Nacional del Emprendedor, y para uno de sus estudios pagó 20 o 30 millones de pesos; se le dio a una asociación, y era sobre el estado de ánimo de los mexicanos”.

También se suprimieron las oficinas de representación en el extranjero y las áreas de promoción institucional.

“Era un gobierno faraónico, de lujos, de gasto superfluo e improductivo”, dijo.