Tijuana, BC. Un total de 482 millones de dólares ha sido invertido por el gobierno de Estados Unidos a los estudios que se necesitan para desarrollar el proyecto de la garita Mesa de Otay II, en Tijuana, que está destinado a convertirse en el puerto fronterizo que cuente con mayor tecnología en la frontera norte.
El presidente del Consejo de Desarrollo de Tijuana, Aram Hodoyán Navarro, dijo que ya se cuenta con el financiamiento total para completar la autopista estatal 11, a la vez que se obtuvo el permiso presidencial necesario en la Unión Americana, que colindará con la entrada y salida del puerto en territorio estadounidense.
Explicó que lo anterior fue informado por representantes del gobierno estadounidense que dan seguimiento al proyecto, durante una reunión sostenida el fin de semana a puerta cerrada, entre empresarios y funcionarios en ambos lados de la frontera.
Puntualizó que, en el caso del gobierno mexicano, el Fondo Nacional de Infraestructura dispone de 800 millones de pesos para dar seguimiento a la adquisición de los terrenos del derecho de vía de la garita.
Además, el próximo 18 de marzo el gobierno federal presentará el Plan Nacional Aduanero, que tiene como objetivo incorporar a México en lo que se conoce como paridad internacional aduanera, al ratificar completamente el protocolo de Kyoto, con lo que se armonizarán las 49 aduanas del territorio mexicano con los mismos estándares operacionales y de transparencia internacionales.
Dicho plan, refirió, será dividido en subregiones, siendo la frontera norte una de ellas, haciendo referencia al objetivo del gobierno de México de mejorar las condiciones económicas como una forma de evitar la migración.
La Administración de Servicios Generales (GSA, por su sigla en inglés) reporta que la garita de San Ysidro, en Tijuana, es la más ocupada en América del Norte con aproximadamente 50,000 cruces en vehículo y 26,000 más a pie diariamente.
Mesa de Otay II será el tercer puerto fronterizo en operaciones en Tijuana, dicha obra contempla un espacio para el cruce de camiones de carga, pero también para los visitantes con fines turísticos.
La misma GSA reporta que el proyecto requiere una inversión de 750 millones de dólares, además detalla que se trata de un edificio que combinará instalaciones prácticas de inspección en ambos lados de la frontera con innovaciones en carriles reversibles y peaje segmentado según el tiempo de espera para cruzar la frontera.
Las largas filas, pero sobre todo el tiempo que la gente debe esperar para ingresar de Tijuana a Estados Unidos, han sido de los principales inhibidores del turismo que, según un estudio realizado por San Diego Association of Governments, cuesta a ambos países 7,200 millones de dólares.