Bajan expectativas de producción y comercio de acero en Latinoamérica

México ha contribuido negativamente en las bajas tanto en la producción de acero como en el comercio en relación con otros países de la región, y su participación en el déficit acumulado de consumo de acero crudo y laminado es aún mayor. Como reflejo de una pérdida de mercado, el país representa más de la mitad del déficit de consumo de crudo y laminado de Latinoamérica.

EE.UU. impuso cuotas compensatorias a las exportaciones de acero estructural de México y China debido a que los productores de estos países estarían recibiendo subsidios de sus respectivos gobiernos para ofrecer productos a precios más bajos. Además, la reciente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994 y sustituida por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), demuestra cómo el país latinoamericano se ha rendido más a las incertidumbres comerciales. Aunque el acuerdo ya no mantiene los aranceles sobre el acero importado, incluye cambios en las reglas de contenido para los fabricantes de automóviles, normas laborales y ambientales más estrictas, protecciones de propiedad intelectual y disposiciones comerciales digitales.

Por último, este país emitió recientemente un oficio para indicar compra de productos de acero efectivamente americanos cambiando el “Buy American Act” para colocar mayores restricciones para considerar si el acero es realmente producido en su país o es importado.

En este escenario, el mercado siderúrgico de la región durante enero-mayo de 2019 presentó una caída de 2% en el consumo de acero laminado con relación a enero-mayo de 2018. La producción regional de acero crudo y de acero laminado hasta junio bajó 4% y 7%, respectivamente, versus enero-junio de 2018. Sin embargo, aunque se presenta un déficit acumulado de 1,8 Mt en la producción de laminados en comparación con el primer semestre de 2018, el mes de junio se destaca por ser el menos productivo desde febrero de 2019.

Por lo tanto, las expectativas de consumo aparente para fines de este año, que se habían estimado alrededor de 70 Mt en marzo pasado, no superarán los 68 Mt en el escenario más positivo. Derivando esto de acuerdo con el comportamiento esperado para la segunda mitad del año, según la historia reciente y las proyecciones de mercado.

La región aumentó 1,2% sus importaciones entre abril y mayo de 2019, identificando 0,1% de aumento en comparación con enero-mayo de 2018. La participación de las importaciones en el consumo regional se mantuvo en 37% por el tercer mes consecutivo, en contraposición a los 36% en enero-mayo de 2018.

Impacto en acero crudo y laminado

América Latina tuvo una producción de 5 Mt de acero crudo en junio, 8% menor a lo registrado en el mismo período de 2018 (5,5 Mt). Para el acumulado del año de 2019, se produjeron 31,3 Mt, 4% menos que enero-junio de 2018 (27,1 Mt). Un déficit menor si se compara al acumulado de los cinco primeros meses, que mostraba un 5% de caída. Pero el valor identificado en junio fue 4% menor que el promedio de enero-mayo.

Fluctuación de la balanza comercial se acentúa

La actividad económica en América Latina y el Caribe sigue retraída. Se espera que el PIB real crezca un 0,6% en 2019, la tasa más lenta desde 2016, y después subir al 2,3% en 2020, frente a un crecimiento esperado originalmente en el 2019 del 1,4% en las perspectivas del FMI en abril pasado, esto es una caída de más de la mitad de la proyección inicial. El débil impulso refleja sorpresas negativas en el primer semestre de 2019, el aumento de la incertidumbre de la política interna en algunas grandes economías, el aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y un crecimiento mundial un tanto menor.