CIUDAD DE MÉXICO.— México cambiará su política de promoción de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), afirmó la secretaria de Economía del país, Graciela Márquez.
“No vamos a atraer la IED en genérico, sino que vamos a atraer IED que completa cadenas de valor en el país y que, por lo tanto, nos permite incidir en el crecimiento del mercado interno y en la promoción de exportaciones”, afirmó la funcionaria.
La Secretaría de Economía proyectó que México captaría flujos de IED en el 2019 en un nivel que se situará por encima del monto de 2018 (de enero a septiembre la cifra se ubicó en 24,174 millones de dólares y los especialistas del sector privado que consulta el Banco de México estiman un cierre en alrededor de 28,000 millones de dólares) y por debajo de los más de 31,000 millones de dólares que arribaron en el 2017.
“También queremos hacer una promoción estratégica de nuestras exportaciones, y eso lo estamos haciendo con varios ejercicios con los mapas de complejidad”, añadió la titular de Economía.
La funcionaria expuso que con los mapas de complejidad se puede detectar que, por ejemplo, si México exporta exitosamente cucharas de madera y hay una gran demanda de ellas en el mundo, se deben promover los mercados no atendidos.
Graciela Márquez apuntó que esto puede aplicar también para los casos de instrumentos de medición, instrumentos médicos, vehículos automotores y productos agrícolas, por citar otros.
“La promoción de IED la debemos cambiar con una política que permita formar cadenas de proveeduría y cadenas globales de valor”, comentó Graciela Márquez.
Destacó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador buscará diversificar las exportaciones, que ahora están concentradas en grandes empresas hacia Estados Unidos y desde pocas zonas urbanas.
En particular, la IED forma una parte integral de la relación económica entre los Estados Unidos y México desde la implementación del Tratado de Libre Comercio.— El Economista
La liberalización de las restricciones de México a la IED a fines de los años 80 y principios de los 90 desempeñó un papel importante para atraer capitales de los Estados Unidos a México.
Hasta mediados de la década de 1980, México tenía una política muy protectora que restringía la inversión extranjera y controlaba el tipo de cambio para alentar el crecimiento interno, afectando todo el sector industrial, según un análisis difundido por el Congreso estadounidense.
Un cambio brusco en la política a fines de la década de 1980, que incluyó medidas de apertura del mercado y reformas económicas, contribuyó a un aumento constante de los flujos de IED.
Estas reformas se cerraron a través de las disposiciones del TLCAN sobre inversión extranjera y dieron como resultado una mayor confianza de los inversores.
Las disposiciones de inversión del TLCAN brindan a los inversionistas de Estados Unidos, México o Canadá el tratamiento no discriminatorio de sus inversiones, así como la protección de los inversores.
Al final, el TLCAN pudo alentar la IED de Estados Unidos en México al aumentar la confianza de los inversionistas, pero gran parte del crecimiento pudo ocurrir de todos modos, porque es probable que México haya liberalizado sus leyes de inversión extranjera con o sin el acuerdo comercial.
La Secretaría de Economía desaparecerá ProMéxico, el organismo que promueve las exportaciones, la atracción de IED y la internacionalización de las empresas mexicanas.
También dejará de operar el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), un organismo para apoyar a los emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Para sustituir a ProMéxico y el Inadem, se creará una Unidad de Innovación y Promoción, la cual retomará las funciones de ambos organismos.