Luis Ignacio Alavez Bello, presidente la Federación Mexicana de Exportadores e Importadores de Frutas y Hortalizas, anticipó que la infraestructura agrologística de Yucatán jugará un papel importante en la apertura de nuevos mercados para los productos agroalimentarios mexicanos porque ya tuvieron oportunidad de ver las exportaciones de cerdo que realiza Yucatán a Asia.
Además, el año próximo se realizarán importantes misiones comerciales a Europa y Rusia, que también demandan mucho producto alimentario de México, dijo.
Por algo México es el décimo exportador mundial y capta 30,000 millones de dólares al año, agregó.
“La canasta agroalimentaria de Yucatán es muy extensa, vende maíz, hortalizas, carne de cerdos y de res, venden reses vivas… es muy amplia”, recalcó. “Estuvimos en Corea y vimos los productos de cerdo que manda Yucatán a ese país, hay calidad de exportación y la diversidad es amplia”.
Alavez Bello anticipó que el año entrante la Federación trabajará en la diversificación de mercados mundiales y Yucatán será muy importante y relevante porque en la actualidad el 80% de la producción agroalimentaria de México se exporta a Estados Unidos y la entidad tiene la infraestructura agrologística para esa conexión.
Durante la transmisión de un vídeo sobre las perspectivas del sector agroalimentario con visión para el año 2030, el Consejo Nacional Agropecuario reconoció que en el campo está acentuada la pobreza con un 60%. Para Alavez Bello este problema social es porque las políticas públicas están mal enfocadas y es necesario vincular más al sector social y al pequeño productor con los gigantes de esta industria.
“Como integrante del Consejo Nacional Agropecuario y empresario del campo veo que necesitamos vincular más al sector social y al pequeño productor”, reconoció. “Actualmente hay 2.6 millones de pequeñas unidades de producción sociales, productores que tiene en promedio 2.2 hectáreas de tierras. Los medianos y los grandes productores y los exportadores tenemos que integrarlos a las cadenas de valor, capacitarlos, dotarlos de tecnología y arraigarlos al campo. En estos momentos, el promedio de edad del agricultor social está en 65 años; los jóvenes no quieren trabajar en el campo, tenemos que buscar la forma de arraigarlos para que produzcan alimentos”.
“También las mujeres son importantísimas, hay que sumarlas y capacitarlas, la única manera de erradicar esa pobreza es hacerlos productivos y aplicar una política social que funcione”.— Joaquín Chan Caamal