El Departamento de Comercio de Estados Unidos tiene hasta el 17 de febreropara entregar los resultados finales de la investigación realizada bajo el mandato de la Sección 232, la cual busca determinar si las exportaciones de autos a ese país representan un riesgo a la seguridad nacional y, de ser así, establecer un arancel de 25 por ciento. Sin embargo, México tiene un blindaje contra la medida.
Mediante una carta paralela negociada en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por el exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, EU exceptúa de potenciales gravámenes a 2.6 millones de vehículos de pasajeros exportados anualmente de México a EU; a todos los camiones ligeros exportados desde México a EU; y a 108 mil millones de dólares de autopartes nacionales (valor en aduana).
“Como parte de los acuerdos alcanzados en el T-MEC, los dos países socios de Estados Unidos, tanto Canadá como México, quedarían exentos de cualquier eventual aplicación de la 232 en vehículos”, explicó Francisco de Rosenzweig, exsubsecretario de Comercio Exterior.
La carta paralela entraría en vigor en el momento en que EU decidiera establecer el arancel de 25 por ciento a las importaciones de vehículos, ya que “no tiene relación” con la ratificación del acuerdo, expuso Moisés Kalach, coordinador del consejo consultivo de negociaciones internacionales del Consejo Coordinador Empresarial.
Para el empresario, aún no hay claridad sobre la investigación 232 en autos, aunado al cierre del gobierno estadounidense que ocasionó el retraso de procesos, como por ejemplo, investigaciones comerciales.
“Hay que esperar un poco, el cierre de gobierno detuvo los procesos y las negociaciones de agenda están sucediendo, además hay elecciones pronto (en EU). (A pesar de ello) sí creo que el acuerdo de la 232 en autos que obtuvimos sería una excelente red de protección si entra la 232”, dijo Kalach en entrevista.
Para Luis Rossano, miembro del cuarto de junto y director general de RPC Consulting Group, empresa del sector automotriz, el ‘seguro’ negociado por Guajardo le daría ventaja competitiva ‘temporal’ a México en un escenario en el que, tras la investigación, el Departamento de Comercio determinaría establecer los gravámenes.
“Si de repente vendieras 3 millones significa que 400 mil autos sí tendrían arancel, pero lo divides entre 3 millones de autos, quiere decir que tendrías un arancel chiquitito (en promedio) comparado contra Asia y Europa; si es eso, México nunca había estado mejor ni más competitivo, nunca, contra Europa y contra Asia, y lo mismo Canadá y EU, porque tenemos esa ventaja de que 2.6 millones específicamente desde México no pagan arancel”.
Pero, consideró que las repercusiones que esto podría tener a largo plazo no son positivas, pues en 2018 las exportaciones de autos de México a EU crecieron 8 por ciento anual, es decir, que a esa tasa el cupo se ‘llenaría’ en cinco años.
Con información de Víctor Piz