El mercado del Continente Europeo es un espejismo comercial para México

Ciudad de México.- Un mes ha pasado desde que Estados Unidos amenazó a la nación con cobrar aranceles a todos sus productos de exportación. Lo que ha provocado que los empresarios analicen posibles sustitutos para comercializar su producción ¿Pero será esto una buena opción para el país azteca?

México destina poco más del 80 por ciento de sus exportaciones a EU, que representan un tercio de su Producto Interno Bruto, el cual podría estar en riesgo si Norteamérica le cobra impuestos. Aunado a este tema, la aprobación del tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) parece estar aún más lejos, por lo que países europeos incluso asiáticos empiezan a negociar con el país.

Sin embargo, analistas consultados por BBC Mundo no consideran que haya una manera de sustituir un cliente con el apetito de Estados Unidos por las mercancías mexicanas.

Si se toma en cuenta que alrededor de cuatro dólares de cinco que llegan a México vienen de EU, la situación se complica, básicamente el 90% de las exportaciones mexicanas son manufactureras y están mayormente orientadas hacia los requerimientos del mercado estadounidense por lo que si esa demanda, de una u otra forma, se viera afectada el desafío para México sería mayúsculo”, dijo Fernando Ortega, especialista económico. 

José Romero, director del Centro de Estudios Económicos, menciona que las facilidades que ha habido para colocar los productos en Estados Unidos hicieron que el país dejara de mirar hacia otros lados.

Por no decir ninguna, las alternativas son prácticamente muy pocas. Sí se puede hacer tratos con otras naciones, pero no serían en un gran porcentaje, dejando que casi todo el producto quede en México, ocasionando una sobreoferta, lo que provocaría que los empresarios vayan a la quiebra”, señaló.

Para México es muy difícil tratar de ‘conquistar’ al cien por ciento el comercio internacional, debido a que ningún país tiene la capacidad suficiente para adquirir en su totalidad todo lo que la nación produce. Por ese motivo es de suma importancia que las negociaciones con Norteamérica se mantengan, pues de no ser así, los bolsillos de los consumidores serán los más afectados.