La atracción de inversión extranjera directa, y la promoción de las exportaciones mexicanas que llevaba a cabo el fideicomiso público ProMéxico, concluyó formalmente este viernes al publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que extingue a esa entidad paraestatal, creada el 13 de junio de 2007.
Ahora, las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores serán las encargadas de coordinarse para “formular, conducir y fomentar las políticas generales de comercio exterior y fomentar (la) atracción de inversión extranjera” al país, detalla el documento signado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
ProMéxico se termina porque el titular del Ejecutivo Federal “implementa una nueva visión del quehacer gubernamental, en la que los recursos públicos se destinen (sic) de manera prioritaria a atender el bienestar social”.
Esta nueva perspectiva, detalla el decreto mencionado, pretende “impulsar el desarrollo económicopara promover la creación de empleos dignos”, mejorar las condiciones de vida de la población, y “al mismo tiempo financiar las tareas de desarrollo del país”.
Todo esto se realizará administrando los recursos públicos con “eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad y control”, por lo que a partir del sábado 4 de mayo deberá iniciarse el proceso de extinción de ProMéxico, en el que participarán las secretarías de Economía, de Hacienda, y de la Función Pública, así como el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
La motivación jurídica que se esgrime para que ProMéxico desaparezca es que el gobierno federal considera que este fideicomiso público “ya no resulta conveniente desde el punto de vista de la economía nacional ni del interés público”, de conformidad con la Ley Federal de las Entidades Paraestatales.
Al cambiar sustancialmente la visión y las dependencias gubernamentales que promoverán la inversión extranjera en México y las exportaciones de nuestro país, es importante señalar el lugar del que partimos, a fin de comprobar dentro de uno o dos años los resultados de la nueva política.
En los últimos cinco años (2013-2018) ProMéxico contribuyó a crear “cerca de 4,500 proyectos de exportación, con un valor total de alrededor de 17,000 millones de dólares”, según un documento oficial publicado por el fideicomiso.
La institución también apoyó 261 proyectos de internacionalización de empresas mexicanas, con un valor de más de 2,500 millones de dólares; los consorcios de nuestro país mostraron sus productos en 230 ferias internacionales; y se brindaron 6,400 apoyos a pequeñas y medianas empresas, cámaras industriales y asociaciones empresariales.
En el quinquenio mencionado, México recibió casi 193,000 millones de dólares en inversión extranjera directa, cifra 53% superior a lo registrado entre 2007 y 2012. Esto implica que, de cada diez dólares que se invirtieron en el país, cuatro dólares fueron recibidos a partir del trabajo de ProMéxico, se detalla en el informe.
Se trata de poco más de 77,000 millones de dólares que llegaron al país debido a los más de 1,000 proyectos de inversión que promovió esa entidad paraestatal, ayudando a crear alrededor de 300,000 empleos.
La Secretaría de Economía será la dependencia responsable del proceso de extinción de ProMéxico, con la participación de la Secretaría de Hacienda y del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
Los recursos que se necesiten para concluir las actividades del fideicomiso se tomarán del presupuesto aprobado para el mismo, el cual asciende a 909.7 millones de pesos en este 2019.
De manera específica, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes será el encargado de la desincorporación de ProMéxico, por lo que será esa dependencia la que dispondrá de todos los bienes, derechos, activos, obligaciones, contratos, pasivos y recursos que le pertenecían al fideicomiso.
El decreto firmado por el presidente asegura que se respetarán los derechos laborales de los trabajadores al servicio de ProMéxico, conforme a lo dispuesto en sus contratos individuales y en la Ley Federal del Trabajo. Solo en la oficina central de la Ciudad de México el fideicomiso contaba con poco más de 500 trabajadores.
En el extranjero, ProMéxico tenía 46 oficinas de representación en ciudades como Tokio, Japón; Melbourne, Australia; Frankfurt, Alemania; y Washington, entre otras.
Este tipo de instituciones promotoras de la exportación y la inversión son comunes en el mundo, por ejemplo Japón cuenta con Jetro, un organismo autónomo del gobierno de ese país, creado en 1958.
También está Kotra, la agencia de promoción del comercio y la inversión de Corea del sur, o Icex de España, Invest in Sharjah, de los Emiratos Árabes, y la Agencia para la Inversión y Comercio Exterior de Portugal (Aicep).
En Latinoamérica se cuentan Cinde de Costa Rica, ProEcuador, ProColombia, y ProInvex de Panamá, que junto con sus pares de Europa y Asia forman parte de la Asociación Mundial de Agencias para la Promoción de Inversión (World Association of Investment Promotion Agencies).