La exportación canaria de flores y plantas vivas creció un 11,39% en los primeros cinco meses de 2019 con relación al mismo periodo año anterior. El incremento, que se ha producido en las categorías de planta viva, flor cortada y bulbos, refleja el dinamismo del sector, según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex). La facturación de este sector en las Islas entre enero y mayo fue de 6,6 millones de euros, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, lo que supone un 2,86% de la exportación española de flores y plantas.
Las exportaciones de planta viva entre enero y mayo de 2019 superó los 5,8 millones de euros, lo que se traduce en un 13% respecto al año anterior. De esta cifra, 2,2 millones correspondieron a esquejes y otros 3,3 millones a plantas de interior. La flor cortada sigue registrando ligeros crecimientos con 801.000 euros, un 0,3% más que en el mismo periodo de 2018.
El crecimiento de la exportación española de flor y planta viva -con un incremento del 5%- se concentra en mercados comunitarios como Alemania, Francia e Italia, lo que se debe, según Fepex, a que en estos países hay una gran diversidad de canales de comercialización, distribuidos en centros de jardinería, cadenas de bricolaje, supermercados o hipermercados.
Desde 2012 hasta la actualidad, las exportaciones de flores y plantas desde el Archipiélago se han incrementado en un 27%. El motor de las ventas al exterior del sector ornamental son las palmáceas de interior como las kentias, arecas y chamaedoreas, detalla el gerente de la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan), Antonio López, quien añade que «las producimos muy bien y tienen un alto reconocimiento en la Unión Europea».
Los datos facilitados por los asociados a Asocan apuntan que la exportación canaria de flores y plantas a la península, a Europa y al resto de países en 2018 fue de 4.274 toneladas, un 1,78% más que en 2017. En las Islas hay 83 productores de flores y plantas vivas y la facturación anual del sector, según Asocan, supera los 55 millones de euros.
En las Islas, la superficie de cultivo del sector ornamental está en torno a las 500 hectáreas de cultivo, siendo Tenerife la isla de mayor producción, con más de 300 hectáreas de cultivo, seguida por Gran Canaria, donde hay algo más de 100 hectáreas. Hace 15 años había un sector importante de producción de esquejes en Gran Canaria pero ha ido desapareciendo porque las plantaciones eran de empresas extranjeras que decidieron reenviar sus centros de producción a países africanos puesto que la mano de obra es más barata. «Para ellos éramos un simple número y desviaron sus centros de producción hacia zonas de menos coste de producción», señala López, quien apunta que ahora el sector es más solido porque «está en mano de empresarios canarios y hay bastantes posibilidades de crecimiento».
Asocan muestra su preocupación porque la importación de flores cortadas a Canarias ha aumentado considerablemente a lo largo de los últimos años. López asegura que desde las Islas exportamos muy pocas rosas, claveles, orquídeas, gladíolos o crisantemos y lo único que vendemos al exterior son proteas -que suponen cerca del 80% de la exportación de flor cortada- y sterlitzias. «El resto de especies se quedan en el mercado local e incluso nos vemos obligados a la importación de este tipo de flores que han sido tradicionales en Canarias para cubrir la demanda durante las campañas como Todos los Santos, el día de la madre, el día de los enamorados y el día del padre», subraya el gerente de Asocan.
Las importaciones de esquejes se incrementó un 13,3% y la de bulbos un 26,1%, entre 2018 y 2017. Este dato, señala López, es positivo, puesto que indica que los productores canarios necesitan más material para aumentar la producción local.
Los principales competidores de Canarias como productores de flores y plantas son África y Sudamérica y, a pesar de que son un producto perecederos, gracias a las cámaras aguantan su traslado hasta Europa. «Nosotros siempre abogamos porque el cliente intente comprar producto local para ganar en frescura, no es lo mismo una rosa cortada aquí que una que lleva días refrigerada», concluye López.