CIUDAD DE MÉXICO. El mercado inmobiliario industrial resintió las amenazas comerciales de Donald Trump como ningún otro segmento. La cancelación de la planta de Ford en San Luis Potosí advertía un escenario negativo para la industria en México, a la que siguió una larga renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ahora Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Los desarrolladores comenzaron a pausar sus proyectos a la espera de acuerdos o mejores señales del exterior y del interior. En medio de esta incertidumbre comercial se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en México. Sin embargo, con los acuerdos y tras la definición electoral mexicana, los desarrolladores comenzaron a retomar la construcción.
Tanto así que, al cierre de junio de 2018, en los 13 principales mercados inmobiliarios industriales del país hay 2.3 millones de metros cuadrados (m2) en construcción, el equivalente al inventario total de San Luis Potosí, de acuerdo con datos de CBRE.
La demanda creciente de industrias como el comercio electrónico, la manufactura ligera y la logística aceleraron el ritmo de las obras. El inventario creció 6% entre 2016 y 2018, hasta alcanzar 46.7 millones de m2, mientras que la tasa de desocupación está en 4.6% a nivel nacional, su nivel más bajo en al menos dos décadas.
“En todos los años que llevo en el país nunca había visto un dinamismo como el actual, con una tasa de desocupación tan baja. Hay muchos desarrolladores que buscan dónde y cómo pueden construir y aprovechar espacios porque ya no hay dónde construir bodegas de gran tamaño”, señala Lyman Daniels, presidente de CBRE México.
El mercado no es el mismo que antes de la renegociación comercial y el boom del comercio electrónico. Ahora, los desarrolladores apuestan por construir más naves ‘a medida’ de sus clientes. Si bien antes hacían 30% a la medida, hoy es 50 por ciento.
“El próximo año (2019), con la llegada de nuevas empresas, puede comenzar a verse más desarrollo especulativo en mercados particulares del Bajío”, agrega Yadira Torres, jefa de Investigación de Mercados de CBRE. A su vez, la alta demanda de naves para distribución y logística alrededor de la Ciudad de México ha elevado la escasez de tierra, lo que se reflejará en dos tendencias.
Por un lado, buscar terrenos en nuevas zonas al norte de la ciudad, más allá de la caseta de la México-Querétaro, añade Daniels, y por otro, la construcción de minicentros de distribución al interior de la capital.