México tendrá mayores importaciones de maíz en el 2020, ante la caída en la producción de 4.5% que se pronostica a nivel nacional, respecto al año previo, por lo que se espera pasar de 16 millones de toneladas estimadas para el 2019 a un récord de 18 millones de toneladas, por arriba de 17.13 millones adquiridas en el 2018.
De acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el gobierno federal ha proyectado una producción a nivel nacional de alrededor de 26.4 millones de toneladas, lo que representa 4.5% menos que 27.6 millones de toneladas en las que se estima que cerró el 2019.
“Esta disminución se debe a un descenso previsto de 12.5% en la cosecha del grano en Sinaloa en el ciclo otoño-invierno 2019/20, luego de que la sequía en el 2019 afectara el almacenamiento de agua en las presas de la entidad, y en consecuencia redujera el área de siembra en 8% anual, a 450,000 hectáreas”, detalló Juan Carlos Anaya, director de la consultoría.
Para el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el mal clima es una arista del problema, pero otra, y muy importante, es el cambio en la agenda de políticas gubernamentales, toda vez que en el año que concluyó, el primero de la administración de Andrés Manuel López Obrador, se recortaron los apoyos a la comercialización de producto.
“Consideramos que, al haber quitado los apoyos de comercialización que le dan certidumbre al productor y que ordenan el mercado, nos va a hacer daño”, dijo Rogelio García Moreno, vicepresidente agrícola del CNA y productor de maíz en Tamaulipas.
De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), del 2016 al 2019 la producción del grano se mantuvo por arriba de 27 millones de toneladas, con un pico en el 2016, cuando se contabilizaron 28.3 millones de toneladas.
En promedio, casi 90% de la producción nacional de maíz corresponde a maíz blanco, variedad en la que nuestro país es autosuficiente. El resto se conforma de maíz amarillo, en el que México tiene un amplio déficit, pues apenas puede producir una quinta parte de lo que consume.
Detalló que contra los riesgos climáticos “sólo existen los seguros. Sin embargo, estos han disminuido, poniendo en riesgo al productor en una actividad alta en riesgo”.
Respecto a las exportaciones, expuso el director del GCMA que se proyectan en 550,000 toneladas, la cifra más baja desde el 2014, y 31.3% menor a la de 800,000 toneladas que se estima que fueron exportadas en el 2019.
Por otra parte, destacó que las políticas públicas del nuevo gobierno, enfocadas en incrementar la producción de maíz, aún no tienen resultados positivos, ya que no se va a lograr aumentar la producción.
“El programa de bienestar Precios de Garantía no promueve ni incentiva la productividad, por lo que la meta de reducir las importaciones no se va a lograr, además de que el consumo sigue creciendo para el mercado interno”, añadió.
Para Rogelio García, del CNA, los resultados de las nuevas políticas serán limitados en tanto no consideren esquemas de agricultura por contrato. Y en particular, sobre el programa de Precios de Garantía, mediante el cual el gobierno se compromete a pagar a pequeños productores hasta 6,000 pesos por tonelada de maíz, expresó que los resultados aún no se han visto.
Lamentó también el recorte presupuestal de la Sader, que para el ejercicio 2020 perdió 27%, equivalente a casi 19,000 millones de pesos, para quedar con un monto de 47,576 millones de pesos. Lo anterior implica la pérdida de recursos para cinco programas considerados como clave por el CNA: Apoyos a la Comercialización, el de concurrencia con los estados y los de Fomento Agrícola, Ganadero y Pesquero
Por su parte, la Secretaría de Agricultura informó que en el sector agrícola se prevé una producción consolidada de 262.6 millones de toneladas, 0.5% más que el año 2018, y que pese a que hay una proyección menor en este año en maíz “el abasto del grano está garantizado, con disponibilidad en todo el país”.
*FUENTE: https://www.eleconomista.com.mx/