El gran reto de las empresas es ser cada vez más eficientes en sus procesos logísticos, y satisfacer las exigencias de los consumidores. Algunos aspectos como la economía, la estabilidad financiera del negocio y la evolución de los mercados, son determinantes a la hora de realizar una inversión que tenga como fin la optimización de las cadenas de suministro.
Los costos logísticos en México representan 15.3% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con cifras de una consultora internacional; mientras que los costos en las empresas mexicanas equivalen al 10.3% de las ventas, de los cuales 40% están relacionados a transporte y 60% a inventarios, almacenamiento, entre otros.
Bien aplicadas, las estrategias tienen como resultado mayor rentabilidad, ahorro y productividad, siendo elementos positivos que ayudan a posicionar a las organizaciones tanto a nivel nacional como internacional. Suele adjudicarse el proceso logístico como único de las grandes corporaciones, multinacionales que producen a gran escala.
Sin embargo, incluso las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) deben conocer la importancia de la implementación de una estrategia enfocada a mejorar la logística. A grandes rasgos, gestiona las actividades relacionadas a fabricantes, proveedores, almacenaje y distribución. Cada uno de estos eslabones es fundamental para obtener la satisfacción del consumidor y atraer nuevos clientes.
“Las PyMEs tienen un gran reto que asumir en términos logísticos; por más pequeñas que sean tienen algún tipo de organización, lo importante es evolucionar, así como enfocarse en buscar un crecimiento potencial y ser competitivas, aprovechando el entorno en el que se desenvuelven”, comentó Óscar Valero, director de Ventas Senior en América Latina de Manhattan Associates.
La tecnología es un elemento a tomar en cuenta, aunado a brindar la capacitación necesaria de los operadores para utilizarla y darle mantenimiento. Según cifras de un estudio de operaciones logísticas en México, una cadena se suministro deficiente provoca pérdidas en una empresa de entre 1% a 5%, dependiendo su tamaño; por esta razón las PyMEs pueden recurrir a diversas tácticas para optimizar sus servicios, el transporte, almacenamiento, recursos, etc.
Un ejemplo de estas tácticas es la tercerización o subcontratación, que consiste en contratar una empresa para que lleve a cabo determinadas actividades logísticas, generando valor agregado y brindando la oportunidad de que los negocios se puedan enfocar en otros aspectos de la organización. El transporte es quizá de los más solicitados en tercerización debido a que la demanda es alta y puede llegar a ser costoso.
El propósito, además de producir bienes a precios competitivos, tiene que considerar las necesidades de los consumidores, y por medio de los procesos logísticos, llegar en tiempo y forma, bajo condiciones óptimas para ejecutar cada paso en la cadena de suministro.
Es importante realizar evaluaciones continuamente para ver qué está funcionando o qué se puede mejorar; cada eslabón en la cadena de suministro debe ser monitoreada, así como los actores que la conforman. Asimismo, Siempre tener una comunicación clara y continua entre colaboradores, proveedores y consumidores. Una empresa organizada, es una empresa exitosa.