México deberá sostener un desempeño exportador sorprendentemente bueno para evitar una recesión en los próximos meses mientras enfrenta riesgos de un debilitamiento de la demanda global y de la política de campaña antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo año, mostró un sondeo de Reuters.
El crecimiento mexicano fue proyectado en solo 1,3% en 2020, un débil repunte desde el previsto 0,5% este año, de acuerdo con la estimación mediana de 32 analistas encuestados del 8 al 15 de octubre. Las previsiones fueron notablemente más flojas que en julio, principalmente debido al estancamiento doméstico.
Una fisura con el gobierno mexicano acerca de algunas de sus políticas llevó a los empresarios a postergar inversiones grandes en meses recientes. Los funcionarios han impulsado la austeridad para impedir un mayor daño a la confianza, pero el límite al gasto estatal también pesa sobre el crecimiento.
Pese a la lentitud de la actividad doméstica, «el único resquicio de esperanza ha sido la demanda externa, pues, al contrario de nuestras expectativas, probablemente aporte al crecimiento este año», escribieron los analistas de J.P. Morgan en un reporte este mes.
La sustitución de importaciones estadounidenses fuera de China causada por la guerra arancelaria en curso ha beneficiado a México, cuyo sector automotriz incluso ganó participación de mercado en la mayor economía del mundo, agregó el banco.
Sin embargo, este efecto lateral positivo para México podría deshacerse ya que «el golpe a (…) la confianza empresarial que creó la incertidumbre de la política comercial comienza a propagarse al mercado laboral» en las economías desarrolladas, escribieron los analistas de J.P. Morgan.
También pesa sobre el panorama una potencial dilución del proceso del Tratado-México-Estados Unidos-Canadá en los giros políticos de la carrera electoral a la Casa Blanca en 2020, en caso de que los legisladores estadounidenses no lo ratifiquen pronto.
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador los instó a actuar antes de que el acuerdo comercial «se contamine» en el ciclo electoral. Los demócratas de Estados Unidos quieren que México primero implemente reformas laborales.
Algunos piensan que ya podría ser demasiado tarde. «Después de que las discusiones de la impugnación (del presidente estadounidense Donald Trump) empezaron en el Congreso de Estados Unidos, las probabilidades de ratificación del TMEC a corto plazo prácticamente desaparecieron», dijeron los analistas de Scotiabank en un reporte reciente.
El banco central mexicano mantendría una postura expansiva para agregar estímulo monetario. Los economistas en el sondeo anticiparon más reducciones en las tasas oficiales, actualmente en 7,75%, a 7,50% para fin de año y 6,75% a fines de 2020.
Para Brasil, la encuesta pintó un cuadro mejor, con una expansión esperada de 2,0% en 2020. Las estimaciones fueron similares al sondeo de julio, cuando las proyecciones fueron rebajadas fuertemente debido a expectativas de incertidumbre política prolongada.
Sin embargo, la estimación del próximo año fue ligeramente menor que en el último sondeo, representando un tercer recorte pequeño del pronóstico de crecimiento de 2020 en un año y dejándolo al límite de lo que sería considerado un progreso pobre, en lugar de moderado.
Los analistas seguían optimistas de que una recuperación del gasto de capital privado se liberará una vez que las reformas del gobierno del presidente Jair Bolsonaro para recortar el excedido presupuesto de Brasil finalmente sean aprobadas, compensando la decepción de este año.
Pero el tono se torna más modesto. «Hasta que veamos que la inversión se recupera de niveles que son bajos, incluso en una región de inversión baja, es difícil ver alguna mejora material del reducido crecimiento potencial del país», dijo Scotiabank.
*Fuente: https://www.americaeconomia.com/