La Dirección General de Aduanas emprenderá un proceso de depuración de los agentes que laboran en las 49 puntos de entrada de mercancías del País, anunció Ricardo Peralta, titular de la dependencia.
En entrevista, detalló que por primera vez se aplicarán exámenes de control de confianza, como polígrafo y manifestación de evolución patrimonial, a inspectores y oficiales de seguridad, con la intención de detectar a funcionarios corruptos.
Las pruebas, abundó, comenzarán a implementarse en marzo, con una periodicidad de dos veces al año, y se realizarán en colaboración con la Fiscalía General de la República y la Policía Federal, que cuentan con centros de certificación policial.
Además, adelantó que las administraciones portuarias —donde se encuentran las aduanas marítimas— estarán bajo el mando de la Secretaría de Marina, instancia con la que implementarán un reforzamiento en materia anticorrupción y anticrimen.
REFORMA publicó ayer que durante 2017 se registraron 57 incidentes de seguridad en ocho de los principales puertos, y un 40 por ciento de éstos ocurrieron en aduanas marítimas, según un estudio de la Universidad Marítima Mundial de Suecia.
Peralta destacó que, como resultado de la nueva gestión federal, en este mes siete agentes aduanales fueron acusados de corrupción y contrabando, y puestos a disposición de la FGR.
Explicó que estos agentes, adscritos a las aduanas en Nogales, Reynosa y Matamoros, fueron acusados de contrabando de cartuchos de cuernos de chivo.
Precisó que los ex elementos fueron sorprendidos al pretender modificar los pedimentos aduanales.
“Vamos muy en serio; son personas que manifestaron que se trataba de equipo eléctrico en cajas de cartón transportadas en una camioneta pickup, y resulta que eran miles de cargadores de cuerno de chivo”, indicó.
“Y eso (la detención) fue gracias al trabajo de denuncia, a que los propios empleados de las aduanas de México saben que las cosas están cambiando y que es necesario también propiciar la cultura de la denuncia”.
Para el especialista en procuración de justicia, los focos rojos en las aduanas se encuentran en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas; Tijuana, en Baja California; Pantaco, en la CDMX, y Veracruz.
Señaló que en su administración se reforzarán los procedimientos aduanales a fin de evitar el ingreso ilegal de armas, dinero y autos “chuecos”.
“Si en todo este sexenio se hubieran detectado las miles de armas que pasaron por las aduanas de nuestro País, no estaríamos envueltos en esta ola de violencia y muertes que hoy tenemos”, sostuvo.
En el caso del paso de autos “chuecos” o “chocolate”, el funcionario alertó que muchos de ellos son utilizados para cometer delitos.
“Y no solamente tenemos el problema de armas, tenemos el problema de los vehículos. A nuestro País transita un número indeterminado de vehículos de manera irregular”, advirtió.
“Precisamente en esos vehículos es en donde se comete el mayor número de delitos porque no tienen ninguna matrícula nacional; de hecho, su estancia en el País es irregular”.
Por otra parte, indicó, se reforzará el Centro de Procesamiento Electrónico de Datos, que tiene capacidad para monitorear en tiempo real las 49 aduanas del País, pero que en la actualidad está siendo operado únicamente por 20 empleados.
El titular de la Dirección General de Aduanas, Ricardo Peralta, consideró necesario modificar procesos ante la porosidad en algunas terminales, sobre todo marítimas.
“En el caso de la violencia y porosidad que existe en algunas aduanas marítimas, se tienen que cambiar procesos, no podemos seguir exactamente como lo veníamos haciendo porque se van a seguir cometiendo los mismos errores”, planteó Peralta.
“Varias de las estrategias no solamente es tecnificarnos, sino cambiar los procesos legales y administrativos a los que han estado acostumbrados, los que han visto en esta actividad (aduanal) un negocio, y el único negocio que puede existir aquí es para el Estado mexicano, no para servidores públicos ni particulares”.