Aribel Contreras Suárez, especialista en Comercio Exterior del Departamento de Estudios Empresariales de la IBERO, señaló que la nueva controversia es una especie de Ley Helms-Burton; con la que EU buscaría sancionar a compañías establecidas en territorio mexicano.
“La Ley Helms-Burton sirvió para que EU castigara a empresas que hacían negocios con Cuba; ahora, no dudo ni dos segundos que supervisores estadounidenses sirvan para limitar la llegada de inversiones y el crecimiento de compañías Chinas en México.
“Si el Congreso norteamericano ratifica el Protocolo Modificatorio del T-MEC, con la presencia de cinco agregados diplomáticos laborales en México, como lo publicó –el viernes pasado– el gobierno de Trump, se desatara una controversia que aplazaría la llegada de inversionistas al país.
“Esto serviría de control o freno a las empresas contrarias a los intereses estadounidenses. Sólo imagina que las organizaciones que llegan al país, para aprovechar la mano de obra, los bajos costos y las ventajas comerciales, sean supervisadas por EU en materia laboral”, apuntó la especialista.
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En una entrevista con Publimetro, la especialista de la IBERO explicó que haber aceptado y aprobado el Protocolo Modificatorio del T-MEC desde la semana pasada, sin asegurarse que EU no presentaría a su Congreso agregados o cambios al documento, es “una responsabilidad compartida” entre el gobierno y el Senado mexicano.
Precisó que el texto original de dicho protocolo, tanto en español como inglés, no se contemplaba la figura de los agregados o supervisores laborales; sin embargo, el gobierno de EU hizo pública su intensión de incluirlos, lo que desató la controversia.
Aunque, apunto Aribel Contreras, en términos reales los cuerpos de inteligencia estadounidenses que trabajan en sus embajadas u organismos como la DEA siempre realizan operaciones fuera de la ley, para supervisar los intereses de su país.
“Así que los supervisores laborales en México no sería nada nuevo; sólo que esta vez EU lo hizo público para sumar votos a la reelección de Donald Trump; y demostrar a sus electores que cumplió con su promesa de evitar que las inversiones se fueran para territorio mexicano.
“La nueva controversia afecta al sector automotriz mexicano; donde buscarían que los sueldos promediaban 16 dólares por hora como en Estados Unidos; pero también golpea y resta competitividad al resto de las empresas, con el fin de llevar los capitales al mercado americano”, apuntó.
Cuartoscuro
El subsecretario para América del Norte del Gobierno mexicano, Jesús Seade, aseguró que el Protocolo Modificatorio del T-MEC no tiene “letras chiquitas” o cláusulas ocultas; que permitan a la embajada de EU integrar agregados diplomáticos para supervisar la reforma laboral en México.
Puntualizó que este tipo de supervisores no fueron aceptados para vigilar la ley laboral mexicana; y que en su lugar los tres países integrantes del acuerdo habían aceptado la conformación de paneles para resolver cualquier controversia al respecto.
“Lo firmado entre México, EU y Canadá es un Tratado trinacional. No tiene letras chiquitas; es 100% público. Es un muy bueno acuerdo para México: se obtuvo mucho en trilateral. Por eso Estados Unidos necesita ‘extras’ para venta interna que no son parte del paquete”, señaló a través de su cuenta de Twitter.
Reconoció que la propuesta estadounidense contempla nombrar a cinco agregados diplomáticos laborales en nuestro país; “cuya función no está clara, pero que México JAMÁS aceptará si se trata en medida alguna de inspectores disfrazados, por una sencilla razón: la ley mexicana lo prohibe”.
Seade informó que envió una carta al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, para expresarle el desacuerdo con la iniciativa presentada al Congreso de su país; y anunció que viajó a Washington para tratar el tema personalmente con él y con legisladores esta semana.