Más que una época de cambios, la industria del transporte -y en específico, la industria del transporte de carga- enfrenta un cambio de época, donde los esquemas operativos tradicionales están siendo redefinidos por la automatización y la toma de decisiones enfocada en información y datos en tiempo real.
Las “nuevas tecnologías” permiten la digitalización de procesos que hasta hace poco se realizaban de manera casi presencial. En consecuencia, la compañía no sólo se vuelve más competitiva, sino que también reduce sus costos operativos de manera sustancial. Esta serie de procedimientos -englobados bajo el término Logística 4.0- enmarca términos como Big Data, Análisis de datos, IoT, Open Data, Conectividad en tiempo real, Realidad aumentada y Realidad virtual, entre otros. Estos conceptos, en suma, configuran una solución: aumentar la productividad del proceso logístico.
Actualmente, los negocios se concentran en generar experiencias al cliente, por lo que resulta imperativo tomar acciones dirigidas en la coordinación y omnicanalidad de todas las áreas de la empresa. La clave está en el diagnóstico. De acuerdo con el estudio Las seis etapas de la transformación digital, elaborado por Brian Solís y publicado el año pasado, la primera etapa del análisis comienza en identificar las directrices corporativas que se oponen al cambio y marginan la experiencia del cliente a un segundo plano. Una vez que se identifican las razones por las que “seguimos igual”, se pueden establecer acciones que permitan inyectar innovación y flexibilidad a todas las áreas de la empresa.
El transporte de carga por carretera se encuentra en un proceso de redefinición gracias al avance tecnológico. La cadena de suministros es más transparente que nunca y las métricas e información permiten que la toma de decisiones sea más objetiva y sencilla.
La digitalización permite que el cliente conozca en tiempo real factores como tiempos y alistamiento; al punto en que la carga no tenga que esperar más de 10 minutos en un solo sitio. La agilización de la Logística 4.0 reditúa en beneficios para toda la cadena productiva.
En México y Colombia, más del 70 % de los conductores de camiones son independientes y dependen de agentes de transporte externos para conectarlos con los clientes. Este sistema carece de transparencia en los precios, presenta altas fluctuaciones en las tarifas, incluso para las mismas rutas, y no cuenta con la tecnología necesaria para responder a las demandas de envío en tiempo real, ya que aún depende del papel y los teléfonos para rastrear los pedidos.
La Logística 4.0 le puede ayudar a América Latina a enfrentar algunos de los desafíos de desarrollo más importantes de la región, pues ayuda a mejorar las operaciones comerciales y minoristas en América Latina, donde la falta de tecnología en el sector logístico interfiere con el comercio eficiente y limita el flujo de bienes y servicios.
En días recientes, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial, aprobó una inversión de capital de 2.8 millones de dólares en Liftit, una empresa de tecnología con sede en América Latina que conecta a conductores de camiones con empresas que necesitan la entrega de carga. La inversión de IFC ayudará a la empresa a expandir sus operaciones actuales en México, Chile, Ecuador, Brasil y Colombia, países donde los altos costos de logística, en parte vinculados a las altas tarifas de intermediación y la falta de innovación tecnológica, son un obstáculo para el desarrollo económico y la productividad.
Estos nuevos emprendimientos permiten introducir plataformas tecnológicas que proveen un sistema de administración de entrega más eficiente, confiable y asequible a empresas que necesitan que su carga sea entregada.
Al automatizar y optimizar el proceso de entrega, las empresas pueden alcanzar una reducción sustancial en sus costos de envío, con ahorros de hasta 25% en promedio. La reducción en los gastos de envío es de fundamental importancia para los países de América Latina, donde la logística puede representar hasta el 15 % del costo de un producto, casi el doble de las tasas comparativas en los Estados Unidos y Europa Occidental.
La logística 4.0 redefinirá a países como Argentina, Brasil y Chile, para eventualmente posicionarse como una megatendencia en todo el hemisferio. El objetivo final: eliminar el cuello de botella crítico que obstaculiza al sector privado para crecer y crear más empleos.